Alexander Von Humboldt, explorador alemán, con permiso de La Corte Española llegó a las colonias de La Nueva España a realizar estudios científicos, como el polímita que era. A su paso por el estado de Morelos, un 10 de abril de 1803, llegó a la Ciudad de Cuernavaca, la antigua Cuahunahuac, fascinado por la multiplicidad de colores que otorgan la exquisita variedad de flores del lugar y su excelente clima templado, decidió registrar tan relevante hecho como un sitio cuya primavera es eterna dando origen a la frase con la que hasta hoy se le conoce a Cuernavaca “Ciudad de la Eterna Primavera”, origen e inspiración del joven fotógrafo Samuel Tavira, quien ha desarrollado gusto por retratar imágenes efímeras e irrepetibles, así como paisajes que, en su mayoría, se encuentran conformados por nubes, amaneceres, atardeceres y eventos meteorológicos del día a día, en los que se guardan una hermosa y sutil policromía en la que se aprecian los tonos azules, lilas, rojos y naranja en una perfecta combinación que evocan los distintos estados de ánimo llevando a la alegría, la paz, la melancolía, la meditación y reflexión que nos hace valorar la belleza y perfección que la naturaleza nos brinda y que ha sido captada en imágenes a través de una sensible mirada.

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