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¡Que viene, que viene!
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Esa tarde, la previsión era de nuevo de festival de tormentas muy activas, y así fueron Decidí con tiempo subirme a un punto elevado muy cercano a mi domicilio, para poder contemplar cómo se acercaban las tormentas que procedían de la comarca vecina de Osona, al norte. El arcus tempestuoso, con sus colores azules-verdosos, lo hacían precioso, pero enseguida vi que no era tan buen lugar aquel punto alto. Ya que con los primeros rayos potentes acercándose y el viento que ya empezaba a sentirse con fuerza, por la cercanía de la tormenta, hacían muy peligroso, ya que no había huida posible, ni escondite. Así que corrí hasta llegar al coche, con unos 5' de margen hasta que me sumergí en la lluvia, y rayos. (16:41:53)
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