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Penúltima descarga
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Con este imponente rayo caído al mar desde lo alto del cumulonimbus, la tormenta pareció desprenderse de toda la energía acumulada, después hubo otra descarga no tan potente y cesó por completo su actividad eléctrica. Situada en el mar al norte de Dénia, esta tormenta había crecido a partir de unas nubes poco consistentes que, entrando desde el sur, dejaron un chubasco sin importancia. Digo poco consistentes porque presencié su llegada desde casa y se veían nubes blandas, sin ningún aparato eléctrico. Pero una vez rebasada la ciudad y alcanzado el Golfo de Valencia (muy calentito a mediados de septiembre) se volvieron compactas y empezó su actividad eléctrica (¡vaya sorpresa!).
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