Arcus sobre mi cabeza

Momento en que el arcus se situó sobre mi cabeza. Difícil de olvidar el cielo apocalíptico que tuvimos el 14 de agosto al llegar un tren de tormentas organizadas desde el noroeste. Mientras llegaba, la pared del arcus frontal no parecía extraordinaria pero cuando se colocó sobre mi cabeza el cielo se volvió espectacular, un festival de pliegues y formas caprichosas que abrumaba la vista, calculo que el ancho de esa pared pudiera ser de unos 2 a 3 km (me baso mirando el Montgó), detrás avanzaba (de derecha a izquierda en la imagen) un impresionante desplome de precipitación. A la estructura de este tren de tormentas le calculo unas decenas de Kilómetros (¿20? ¿30?...), el arcus era brutal.